El plátano no solo es parte de la idiosincrasia de las islas canarias como motor económico sino como alimento base durante muchos siglos y Bodegas Platé, consciente de ello, está en constante búsqueda innovadora de nuevas maneras de consumirlo manteniendo intacto su historia y la tradición en la población canaria.
Ya a comienzos del siglo XV se llevaron las primeras plataneras a las Islas Canarias, procedentes del sudeste asiático y en 1.526 la planta ya estaba aclimatada y asentada en las islas, ya que los marinos cargaban plátanos verdes en sus barcos para alimentarse en sus viajes a América. Al poco de aparecer, los plátanos se extienden rápidamente por las islas y son muy apreciados por sus habitantes.
También empiezan a ser conocidos para los viajeros ingleses, que los adquieren en sus escalas de regreso al Reino Unido. Esto hace que en la década de 1.880 los ingleses fomentan su cultivo, exportando la fruta a las islas británicas. La importancia del comercio entre Inglaterra y Canarias fue tal, que incluso Londres llegó a tener una zona llamada Canary Wharf (Muelle Canario) a las orillas del Támesis.
Desde el comienzo del siglo XX, el cultivo del plátano en las Islas Canarias ha aumentado hasta las 9.000 hectáreas actuales.
Poco a poco, los plátanos de Canarias se han ido popularizando hasta llegar a las mesas de millones de hogares. Actualmente, el plátano de Canarias se produce en seis islas (Tenerife, La Palma, Gran Canaria, EL Hierro, La Gomera y Lanzarote) con una media de producción anual de 375 millones de kilogramos.
(fuente: platanodecanarias.net)