Existen normas de etiqueta cuando nos sentamos a la mesa.
Para no volvernos locos, mejor recopilamos las más importantes y necesarias.
La mayoría se basan en el sentido común, los usos y costumbres. Es importante tener en cuenta desde la vestimenta hasta la manera de coger los cubiertos. Seguro que alguna vez te has hecho un lío al elegir cubierto o copa, al más puro estilo Pretty Woman.
Estas pautas no tratan de convertirte en un lord inglés, que si quieres allá tú, solo se trata de cumplir unas normas básicas de higiene, educación y comportamiento.
Lavarse las manos, comer con la boca cerrada, pedir permiso, dar las gracias, no llevarte a la boca trozos que no puedas masticar con facilidad, no jugar con la comida… estas son las que se caen de cajón, ahora recordemos unas cuantas más.
Tu pan y tu servilleta son los de la izquierda. No llegues a la boda de tu primo y empieces a pelear en esa fantástica mesa redonda de banquete. No metas la mano en la mantequilla que no es tuya. El pan se parte con las manos no con cuchillo. Y se va partiendo en trocitos pequeños que nos quepan en la boca, no a los que tengamos que dar mordiscos.
Ponerte la servilleta de babero puede parecer una opción, pero no, la servilleta va sobre las piernas. De esta manera la servilleta siempre nos quedará a mano y nuestros estropicios no estarán a la vista. Si quieres un babero pide uno, hay restaurantes tipo marisquería que los tienen a disposición de sus clientes.
Los cubiertos se usan de fuera hacia adentro.
No hay magia ni trucos al respecto. Los cubiertos suelen estar colocados según el orden del menú. Los entrantes, la ensalada, pescado y carne… los del postre suelen o bien servirse directamente con este o estar en la parte superior del bajo plato.
Hay muchas normas más, pero vamos poco a poco, con estas ya quedaremos del diez.
Y no olvides reservar un hueco en la mesa para una copita de Platé.