El vino forma parte de la historia del ser humano.
Se tiene constancia de que ya en culturas milenarias como la mesopotámica, la egipcia, la griega o la romana, el vino era un producto de importante valor. La cultura del vino, pues, engloba una larga trayectoria. Ha tenido momentos de mayor o menor visibilidad, pero lo cierto es que, en parte, esta bebida ha sido responsable y testigo de la evolución del ser humano en la cuenca norte del mediterráneo.
España tiene una importante cultura del vino gracias a su tradición. Utilizar la historia vitivinícola como arma de desarrollo y promoción es prácticamente fundamental, y más en los tiempos en los que vivimos. Actualmente, la sociedad ha revalorizado a todo lo relacionado con el origen, con la tradición, la cultura y lo natural de nuestra comunidad. El vino, en nuestra región, cumple con todos y cada uno de esos requisitos.
La cultura del vino como atracción turística
La gastronomía forma parte de los atractivos para el turista. El vino, como parte de esa gastronomía, puede ser determinante en este sector. Al fin y al cabo, estamos hablando de un elemento cultural de gran valor que tiene tras de sí un carácter tradicional y patrimonial, algo que alberga una gran fuerza.
La experiencia enoturística viene determinada por el volumen de recursos vitivinícolas que haya en un determinado destino y también de la importancia que se le de a los mismos. Hay que tener en cuenta de que la cultura del vino se manifiesta de muchas maneras: en la arquitectura de la zona, en sus bodegas, en los festivales, en el folclore, etc.
En Bodegas Platé trabajamos cada día para concentrar todo el sabor de Canarias en una sola botella, tanto para locales como turistas. Nos enorgullece formar parte de la cultura del vino de nuestra tierra y seguimos avanzando para conseguir muchas más metas. Conoce más acerca de nuestro trabajo visitando nuestra página web.