Las meriendas con plátano siempre formarán parte de nuestra memoria.
Para aquellos niños canarios de los 70 y los 80 las meriendas eran algo diferentes a las de ahora. El abuso de bollería industrial, de meriendas empaquetadas, grasas trans, aceite de palma… Vamos a recordar unas cuantas que vale la pena recuperar.
En aquella época el plátano era sin duda una de las estrellas de la tarde. Si bien simplemente un plátano podía cumplir la misión de merienda, siempre hubieron combinaciones deliciosas.
Una de las meriendas más extendidas ha llegado a llamarse popularmente “meriendita canaria”. Hay incluso heladerías que han puesto ese sabor a uno de sus helados. Si nombramos sus partes seguro que más de uno y una merendaron eso más de una vez. ¿Sabes cuáles son sus ingredientes?
Un plátano escachado, el jugo de una naranja y unas galletas maría picaditas.
Tan simple que hasta un niño podría preparárselo sin ayuda.
Otra alternativa de las tardes eran los plátanos escachados con gofio, más canario no se puede. Hay quién innovando llegó a sumarle un yogur a esta combinación.
Y para terminar el repertorio de meriendas las tortitas. Una mezcla sencilla de harina, huevo, leche, azúcar, canela y esos plátanos maduros que se van quedando en el frutero… esos que ya están muy blanditos para comerlos enteros. Se bate todo junto y se fríe en abundante aceite formando unos buñuelitos que al enfriarse se desinflan un poco.
Si queremos darles el toque adulto podemos elaborar un almíbar con Platé y “emborracharlas” un poquito.